Recomiendo aquí par de libros que ya los mencioné en clase: Hacia una Arquitectura y Cuando las Catedrales eran Blancas. Ambos de Le Corbusier (un tío muy modelno o posmodelno o popmodelno). En ellos me parecieron interesantes como reflexionaba sobre el concepto contemporaneo de arte. No del arte contemporaneo, de como el hombre contemporaneo se enfrenta al arte. A través de la arquitectura es fácil ver la evolución modernidad-postmodernidad. Es paso de la búsqueda del estilo internacional (la arquitectura esencial capaz de resolver universalmente problemas), las vanguardias, la crisis de todo y la búsqueda del contexto, el entorno, la escala reducida de lo local, lo interdisciplinar, lo ilegítimo de lo absoluto y la certidumbre en lo relativo.
De ahí que piense en la posmodernidad como una causa inevitable del empacho moderno. De esa seguridad tan absoluta. Ese aparente dominio de la historia, ordenada, clasificada y ese paso seguro y firme hacia el futuro. Que luego, pienso, les estalló en la cara.
Metarrelatos, rizomas, transtextualidad, pastiche... ¿son palabrotas o simplemente dan nombre a todo los que nos rodea?
Hemos hablado de la muerte de los metarrelatos, de su muerte, concluyendo que ha sido más una sustitución que otra cosa. Creo que hay relatos sí, pero no legitiman universalmente, sólo a escala reducida. Y esa puede ser una de las claves de la posmodernidad, cómo legitimar el conocimiento. No hay en la actualidad metarrelato tan poderoso. Creo que esa fue la gran frase del vídeo/farsa de clase. Hay grandes relatos, glovalización, NNTT, contexto democrático, etc. Pero ¿no dan ese poder?

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